sábado, 7 de noviembre de 2009

Rashomon. La verdad es relativa

Rashomon es una fábula. El hecho de que esté contada en lenguaje cinematográfico nos hace pensar en los recursos que utilizó Kurosawa para contarla. Aquí hago un recuento de algunos:
-Los testigos del asesinato nos lo cuentan, sentados frente a nosotros, como si nosotros, los espectadores, fueramos la autoridad, a quien nunca se le ve en el filme. Con esto nos involucra irremediablemente, no somos sólo espectadores, sino partícipes de la historia y en parte jueces.
-Kurosawa hace constante uso del flashback para contar la historia, y es precisamente ese flashback, que varía en relación a quien cuenta la historia, lo que hace el film.
-El close-up enfatiza lo que esa persona piensa, sus intenciones.
Las cortinillas nos hacen pasar de una escena a otra sin ver el final de la escena anterior.
-Los encuadres. La estética de Rashomon, basada en el espíritu de los filmes avant-garde franceses de los años veinte es lo que me interesa destacar, sobre todo en las muy estudiadas escenas en las que hay un personaje central y otros dos aparecen a los lados de ese personaje, pero en la lejanía, de modo que se ven como dos figuras pequeñitas que, si estuvieran en el mismo plano, semejarían a aquellos de los dos angelitos que susurran al oído del personaje lo que es bueno y lo que es malo.




La fotografia es una obra de arte en si misma y también abundan los encuadres triangulares:




Rashomon es una fábula de la verdad y la mentira, sobre lo bueno y lo malo, en la que nada es lo que parece, la realidad es realtiva, nadie es ni totalmente bueno, ni totalmente malo.

“Kurosawa intentó encontrar el meollo del asunto, el "episo-
dio insólito" en que la psicología humana se mani-
fiesta con toda la fuerza de su singularidad. Porque
detestaba la mediocridad, sus anónimos personajes
desnudan el egoísmo, la frivolidad, la miseria y la
degradación del hombre.”

Por eso digo que Rashomon es una fábula de lo bueno y lo malo, en la que los personajes no son ni totalmente buenos ni totalmente malos. Mas aún, es una fábula de cómo la realidad se vuelve relativa a los ojos de uno mismo, incapaz de verse a si mismo en su total verdad, y que siempre busca “embellecerse”. Kurosawa lo explica él mismo:
“Los seres humanos son incapaces de ser honestos consigo mismos sobre si mismos. No pueden hablar de si mismos sin embellecerse. El script habla de esos seres humanos, los del tipo que no pueden sobrevivir sin mentiras que los hacen sentir que son mejores de lo que realmente son. También muestra la necesidad de mentir aún más allá de la tumba –aún el personaje que muere no puede dejar de mentir cuando habla a través de una médium. El egoísmo es el pecado con el que el ser humano carga desde su nacimiento, y el el más difícil de redimir. Este film es como una extraña imagen que el ego va desenrollando. No se puede entender, porque el corazón humano es imposible de entender. Si nos concentramos en la imposibilidad de entender de verdad la psicología humana y leemos el script una vez más, entenderemos el punto.”

Otras fábulas han sido llevadas también al cine, especialmente las japonesas: El" increíble castillo vagabundo", de Miyazaki es una de ellas. La imaginación de Miyazaki construyó este castillo volador, asi como Kurosawa construyó para su película ese castillo derrumbado que es Rashomon. El mismo cuenta como prácticamente utilizó todo el presupuesto de la película en hacer el set de la puerta/torre/castillo ( el único otro fue el de la pared del juzgado), y que en su imaginación era cada vez más grande. Grande fue como lo consruyó y es asi como queda en la memoria de quienes hemos visto la película.
¿Se imaginan si Miyazake hubiera querido construir el set para su castillo?


http://www.acepilots.com/discussions/
Online Cinematheque. 25 Febrero 2002. http://www.criterion.com/current/posts/196
Rashomon, cuentos de Akutagawa, Introducción.

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